miércoles, 10 de octubre de 2007

Conciencia culpable

Lima, 10 de octubre del 2007.- Según un informe de la Dirección Nacional de Inteligencia, recogido en un diario capitalino, Sendero Luminoso alista ataques en diversas localidades del Perú y fortalece su presencia en las principales universidades nacionales. “¿El pueblo pedirá que suelten a Fujimori para que combata el terrorismo?”, le pregunté al taxista en tono de broma. “Fácil que sí”, respondió entre risas, pero luego pasó a la parte seria.

El conductor, que rozaría los 28 años dijo haber sido fujimorista hasta el año 2000, pero los indicios de fraude en las elecciones de ese año hicieron tambalear su firme simpatía hacia el entonces oficialista partido de Alberto Fujimori. El destape de los vladivideos, que reflejaron la corrupción gubernamental en pleno, defraudó la confianza política del joven en el régimen. “Se me cayó el chino”, recordó el taxista, quien opinó que Fujimori no estará preso más de 10 años. “El chinito hizo mal las cosas y va a estar bien guardadito por un buen tiempo”, anotó.

Inmediatamente lanzó una reflexión y dijo que él no aguantaría estar preso en la cárcel, que privado de su libertad un día se le haría un año, alejado de sus dos hijos de cinco y cuatro años.

“Si estuviera en esa situación, no sé que haría”, dijo el chofer, pero precisó que en ese caso más que estar encerrado entre cuatro paredes lo que no soportaría sería su conciencia.

Me llamó la atención su integridad: que el actuar incorrectamente torturara más a este taxista que el castigo mismo de la cárcel. Pero inmediatamente se aclaró la intriga, especificando que no trataba de lamentaciones por los delitos, sino por un paso en falso. Así, continuó con su explicación de que no soportaría su conciencia, la cual le recordaría constantemente: “pudiendo estar en Japón, estás aquí por huevón”. Hasta con rima le salió.

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