miércoles, 3 de octubre de 2007

Financieras de la confianza

Lima, 03 de octubre del 2007.- Con la noticia del dólar cayendo exhibiéndose otro día más en las primeras planas, el tema de la carrera de hoy estaba casi planteado. A diferencia del maduro y amable conductor del día de ayer, que hizo gala de una cátedra de economía explicando los motivos del fenómeno monetario, hoy el joven conductor me preguntó si le podía ilustrar por qué estaban ocurriendo estos movimientos cambiarios.

Tras una sencilla explicación comparando al dólar con un producto en el mercado, entendió rápidamente que el exceso de oferta era la causa de la bajada del precio. Movió la cabeza tratando de hacer unos cálculos que le ayudé a completar. Se lamentó que la moneda verde no hubiese tenido ese precio hace un mes, cuando cambió los soles necesarios para adquirir el auto en el que viajábamos, en tres mil dólares.

Con 21 años de edad, una esposa de 19 y una hija de brazos, este pata tal vez no sabía de fenómenos macroeconómicos, pero me dio la impresión de dominar muy bien sus finanzas familiares.

El mencionado vehículo es el fruto de año y medio de ahorro –trabajando como taxista–, más mil dólares de préstamo de un familiar. El año anterior a ese período lo dedicó a equipar su casa: cama, ropero, televisor, DVD, refrigeradora, mampara, juguetes para la pequeña, “y todo lo necesario para el hogar”, según sus palabras.

Para completar la historia, me contó cómo es que pensaba pagarle a su hermano el préstamo recibido. Este mozo del volante dijo no creer en el ahorro diario pues uno termina gastándose la plata; y ni por asomo mencionó bancos o financieras. El sistema de su predilección para obtener liquidez son las “juntas”, también conocidas como panderos.

Actualmente participa de una junta de S/.3.000 que serán para honrar ese préstamo filial, sin intereses. De este sistema participan 10 personas que aportan S/.100 soles cada uno. Semanalmente S/. 1.000 son adjudicados a alguno del grupo. Como el monto requerido era mayor, el taxista participa con tres “números”, es decir tomando el lugar de tres personas. Adicionalmente participa de otra junta de S/.20 semanales “para tener un pequeño ahorro de S/.200”, dijo, agregando que “serán dos meses y medio de sufrimiento, pero ya no deberé nada”.

También me manifestó su interés por participar en cierto tipo de “juntas” de US$ 2.000 (con pagos quincenales de US$ 100). El atractivo es que quienes desea llevarse el dinero por anticipado deben ganarlo en un remate, sacrificando parte de su pozo. El que sacrifica más, se lo lleva en esa quincena. Usualmente las pujas en el remate oscilan alrededor del 15% del pozo, monto que es repartido entre el resto de los integrantes. “Ese si es bonito porque ganas intereses”, dijo entusiasmado. Si hacemos cálculos quienes decidan esperar por su dinero, obtendrían un promedio de US$ 31 mensuales, mientras duren los remates.

Al preguntarle sobre la seguridad de que todos los participantes cumplan puntualmente con los pagos, explicó que en esas juntas solo participan familiares y amigos cercanos de comprobada puntualidad financiera, además por cada día que se deja de pagar son US$ 5.00 de mora, según detalló.

1 comentario:

Rita Vera dijo...

Hola, primera vez que visito tu blog (llege aca por el enlace que hiciste en el comercio) el asunto de las juntas a mi tambien me parecia recontra extraño hasta que vi que es una practica muy usual no solo entre taxistas y personas de pocos recursos, sino tambien entre señoras bien.

Curiosamente es la gente mas humilde la mas cumplida tanto al inicio como al final y asi se evitan problemas siempre, normalmente comienzan en julio y acaban en noviembre para navidad.

Muy buen post, pocas veces he visto tantas ganas de retratar la ciudad y que haya salido tan bien :)