miércoles, 22 de agosto de 2007

La ayuda no sobra


Lima, miércoles 22 de agosto del 2007.- Con procaz indignación, el quincuagenario chofer que me transportó ayer adornó de copiosos e insultantes adjetivos a María Rosas García, la subgerente de Defensa Civil del municipio de La Victoria, quien desde el lunes capturó la atención de las autoridades y la prensa al haberse comprobado que descargó en su vivienda donaciones recolectadas para los damnificados del fatídico terremoto que afectó gravemente Pisco, Chincha e Ica, el pasado miércoles 15.
Para este taxista no había duda. No se trató de un malentendido y no creyó en las buenas intenciones declaradas por la sorprendida funcionaria, quien alegó… Bueno, ya he visto en las noticias más de una versión al respecto: que si fue por lo avanzado de la hora o por que se trataba de un excedente de lo recolectado, lo que originó que las donaciones terminaran en su morada. Ninguna versión satisfizo al conductor.

“¡Cómo va a ser un excedente! ¡Es una …! Con tanta criatura que se está muriendo de hambre allá en el sur”, vociferó. No reproduciré la totalidad de adjetivos empleados por el –para entonces– contrariado taxista.

Con su leve acento andino, también desestimó la otra versión sobre lo avanzado de la hora. Si están recibiendo donaciones en todas partes, en la calle misma, pudo haberlas dejado en cualquier lugar, expresó el conductor, agregando que si era muy tarde también pudo haber ido a una comisaría para estacionar el camión por unas horas hasta que abrieran los centros de recolección.

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